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Dr. James Dobson acerca de la educación en el hogar («homeschooling»)

on mayo 1, 2013

Lo siguiente es un extracto de una entrevista radial con el psicólogo cristiano Dr.James Dobson, basada en su libro «Solid Answers» y difundida en su programa «Enfoque a la familia» hace muchos años. Lo reproduzco aquí porque la opinión del Dr.Dobson es de bastante peso en los círculos evangélicos.


– Pasaremos ahora al asunto de la educación escolar en casa («homeschooling»).

Dr.Dobson: Esta es un área donde mi opinión ha cambiado mucho últimamente. Había un tiempo cuando yo afirmaba que una educación formal en la niñez temprana era absolutamente esencial para el bienestar intelectual de un niño. Esto me enseñaban en la universidad, y casi todas las personas involucradas en educación lo creían en las décadas de los 60 y 70. Pero ya no acepto esta idea y estoy ahora a favor de que los padres enseñen a sus hijos en casa durante un tiempo prolongado. Era el Dr.Raymond Moore que tenía una gran influencia en mí; él era uno de los primeros invitados en «Focus on the Family». Vino por primera vez en 1979; él también tiene un doctorado en desarrollo infantil. Hablamos esa vez sobre su libro «School can wait» (La escuela puede esperar), donde él recomienda mantener a los niños fuera de las estructuras formales académicas hasta que tengan más madurez. El habla también sobre la educación escolar en casa y sus implicaciones. Era una idea que yo nunca antes había escuchado, aunque es algo que ya existe desde siglos; en los años pioneros de los Estados Unidos todos los niños fueron educados en casa y sin embargo el índice de alfabetización era más de 90%. Yo no estaba preparado para la avalancha de cartas que recibimos en respuesta. Las investigaciones que se hicieron desde entonces confirman las ideas del Dr.Moore. Si esperamos más tiempo hasta poner a los niños a la escuela, ellos no solamente se benefician emocionalmente por tener más tiempo para madurar, sino también su progreso académico es mayor. Si tomamos a un niño de 8, 9 ó 10 años que se quedó en casa, y lo ponemos dentro del sistema escolar con niños de la misma edad, ellos normalmente los alcanzan e incluso los sobrepasan académicamente dentro de pocos meses. Además tienen más seguridad interior y confianza en sí mismos.
Si mi esposa y yo pudiéramos empezar de nuevo, también enseñaríamos a nuestros hijos en casa. Shirley es profesora y entonces no hubiera problema, pero no es necesario ser profesor para ello.

– Los padres tienen muchas preocupaciones acerca de este concepto; una de ellas se encuentra en esta pregunta: ¿No piensa Ud. que la enseñanza en casa atrasa la socialización? Yo no quiero que mis niños se desarrollen para ser personas que no encajan en la sociedad.

Dr.Dobson: Esta pregunta se utiliza constantemente para abatir a los padres que enseñan a sus hijos en casa. Uno tiene la idea que la enseñanza en casa aísla al niño. Yo les digo que no hay ninguna razón para preocuparse. Primero, retirar a un niño del salón de clases no significa limitarlo a la casa. Fuera del cerco de la escuela, las posibilidades son ilimitadas. Existen grupos de apoyo para padres que enseñan en casa; estos grupos están surgiendo en comunidad tras comunidad. Algunos son bien organizados: ofrecen excursiones educativas y cooperación en la enseñanza y asesoramiento y actividades sociales y muchos otros recursos. Existen orquestas y clubes deportivos para niños que estudian en casa. Incluso si Ud. está obrando completamente por su propia cuenta, se puede llevar a los niños al museo, al parque, a granjas y fábricas y hospitales y organizaciones gubernamentales y a «Enfoque en la familia» (¿por qué no?). Pueden acompañar a papá a su oficina para conocer su trabajo, pueden participar en grupos de la iglesia, pueden invitar a sus amigos y familiares y organizar fiestas para niños. ¡No significa de ninguna manera encerrar a los niños entre cuatro paredes!

Otro aspecto es que la enseñanza en casa protege al niño contra el tipo equivocado de socialización. Cuando los niños se juntan en grupos grandes, muy rápidamente los más fuertes y más agresivos intimidan a los débiles y vulnerables. Estamos hablando de niños de seis o siete años. Cosas terribles suceden con niños que son inmaduros o que de alguna manera son diferentes de sus compañeros, si se encuentran de repente abandonados en medio de este mundo muy competitivo de otros niños. Si esto sucede en el jardín o primer grado, los niños aprenden a tener miedo a sus compañeros y se vuelven dependientes de ellos. Este comportamiento les perseguirá hasta la adolescencia. Imagínese a esa niñita tímida que no tiene ninguna idea acerca de la vida o de cómo enfrentarse con algo que hace miedo, echada a ese mundo donde la ley es: «Sepa nadar o húndete.» Estos niños se vuelven más vulnerables por los empujones y patadas constantes que reciben en una edad demasiado temprana. Las investigaciones muestran que se puede mantener a estos niños tiernos en casa durante algunos años más y así protegerlos contra este tipo de presión social inapropiada; y si uno hace esto, los niños se vuelven más fuertes, más independientes, y en muchos casos surgen como líderes tres o cuatro años más tarde.

Las estadísticas sobre las calificaciones de niños enseñados en casa son impresionantes. Todos alcanzaron una educación superior; se sabe de jóvenes de 16 años que ingresaron a la universidad y hacen un muy buen trabajo. Ninguna de las preocupaciones acerca de lo que podría suceder cuando estos niños entren a la secundaria se ha hecho verdad; al contrario. Tienen ventajas no solamente académicas sino también emocionales; sobre todo los niños vulnerables.


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